[…]En
vez de moverme en la pequeña cama, pensé en Julieta un poco más.
Me pregunte qué habría hecho Julieta si
Romeo la hubiera dejado, no a causa del destierro, sino por desinterés. ¿Qué
habría ocurrido si Rosalinda le hubiera dado un día de tiempo y él hubiera
cambiado de opinión? ¿Y qué hubiera pasado si, en vez de casarse con Julieta,
simplemente hubiese desaparecido?
Me parecía saber cómo se habría sentido
Julieta.
Ella no habría vuelto a su vida anterior,
seguro que no. Yo estaba convencida de que nunca se habría ido a otro lugar.
Incluso si hubiera llegado a vivir hasta ser una anciana de pelo gris, cada vez
que hubiera cerrado los ojos, habría visto el rosto de Romeo. Y ella lo habría
aceptado, finalmente.
Me pregunté si al final se habría casado
con Paris, sólo para complacer a sus padres y mantener la paz. No,
probablemente no, decidí, pero de todos modos, la historia dice poco de Paris.
Era un simple monigote, un cero a la izquierda, una amenaza, un ultimátum para
forzar la mano de Julieta.
¿Y qué pasaría si se supiera más sobre
Paris? ¿Qué sucedería si Paris hubiera sido amigo de Julieta? ¿Su mejor amigo?
¿Qué habría ocurrido si él fuera la única persona en la que pudiera confiar la
devastación causada por Romeo, la única persona que realmente la comprendiera y
la hiciera sentirse otra vez medio humana? ¿Y si él era paciente y amable? ¿Y si
cuidaba de ella? ¿Qué sucedería si Julieta supiera que no podría sobrevivir sin
él? ¿Qué pasaría si él realmente la amara y deseara que ella fuera feliz? ¿Y si
quisiera a Paris? No como a Romeo, por descontado, ya que no había nada similar,
pero sí lo bastante para que ella deseara que él también fuera feliz.
Si Romeo se hubiera ido realmente para no
volver, ¿qué importaba si Julieta aceptaba o no la oferta de Paris? Quizás ella
hubiera intentado conformarse con los restos que le quedaran de su vida
anterior. Tal vez esto fuese lo más cerca que pudiera llegar a estar de la
felicidad.
Texto sacado de : Luna Nueva, Stephenie Meyer
05 noviembre 2011
`Me dije que no,
con tristeza, y me recordé a mi misma que el amor es irracional. Cuanto más
quieres a alguien, menos lógica tiene todo.´