11 mayo 2011

Porque es la cosa más dulce, la más amarga…
Ver en su mirada ese anhelo, ese dolor, esa ansiedad… 
Corrompe…
Las imágenes de aquellos recuerdos van a su mente como si de una película se tratase, una película sin pausa, en la que no se puede rebobinar.
Dulce su tormento, saladas sus lagrimas…
Calma su pena una foto, tal vez distorsionada pero una al fin y al cabo.
Perdida de nuevo en ese lugar desconocido, oscuro, silencioso y lo único que ella desea de ese lugar es su silencio, pero quiere ver la luz de ese lugar o encontrar el camino que la devuelta de nuevo a casa, no a una nueva sino a la antigua en donde ella vivía hace años. No quiere un nuevo lugar donde vivir, no quiere un nuevo sol al amanecer, ella quiere… su antiguo hogar, y ese sol que siempre estuvo ahí.

 […] Corre, corre…Ella corre como el viento, con el corazón en un puño, corre con alegría, con una sonrisa en su cara de porcelana, corre como si no hubiese mañana, perdiendo sus ropas en la gran carrera.
Corre hacia allí, hacia esa luz que por fin consigue ver, corre sin descanso perdiendo todo lo que consigo llevaba, corre con cansancio, correr sin parar… Corre, hacia ese precipicio otra vez…
Sus pies caen, ella cae y su sonrisa con ella
Su cuerpo espera el horrible aterrizaje…  
Espera… no hay fondo
Eterna caída

Sus ojos puedo ver otra vez, te necesita aquí
Respira de nuevo
Se siente como su mundo se está derrumbando y llora sin comprender. 
Veo prados alrededor...esa gente tan feliz, son sombras para mi....Lejos fue...no murió 

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