Una luz, una pequeña luz que alumbra vagamente la habitación, el dueño de la casa donde se encuentra esa luz, sabe que pronto se acabará, llegará a su fin y no alumbrará más, toda la habitación quedará sumida en la oscuridad, otra vez, hasta que se acuerden de que en esa habitación no hay luz y entonces vayan y la vuelvan a alumbrar con una luz más fuerte y radiante que la anterior, para que esta vez las cosas de la estancia se vean más claras y hermosas, y no tan lúgubres y tristes...
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