Otra vez, tus palabras vuelven a herirme, como un puñal… Pero
esta vez hay algo distinto en ese dolor que tú has producido, esta vez, me
gusta. Es algo realmente estúpido, pero sí, me gusta… Llevaba demasiado tiempo
sin recibir un hachazo provocado por tus palabras o miradas, me sentía extraña
si ellas… me sentía… bien, y eso no era normal en mi. Sí, me había acostumbrado
a que me hicieras daño, a sufrir por lo que quiero, a sufrir por ti. Ahora que has vuelto hacer de las
tuyas, puedo sentirme yo otra vez, esa chica que lloraba en cada esquina cada
vez que tu voz recordaba, tu voz taladrando cada uno de mis sentidos, haciendo
que mis ojos se volvieran agua…
Hermoso masoquismo emocional, a pesar de todo, no quiero
estar lejos de ti.
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